Uruguay autorizó la construcción de la pastera más grande del mundo

Producirá un total de 1,3 millones de toneladas. Está cerca del pueblo rural de Conchillas. Dirigentes de la Asamblea de Gualeguaychú advirtieron que los efectos serán “catastróficos”. Tiempo Argentino anticipó el proyecto en junio de 2010.
 

En 2011, del otro lado del Río de la Plata, en el departamento de Colonia, se pondrá en marcha la construcción de la que se publicita como la pastera más grande del mundo. La noticia, que fuera anticipada por Tiempo Argentino en junio de 2010, se consolidó en las últimas horas: el Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente de Uruguay (MVOTMA) le otorgó la autorización medioambiental a la empresa forestal Montes del Plata para que levante la planta de celulosa en Punta Pereira, muy cerca del pequeño pueblo rural de Conchillas. Va a producir hasta 1,3 millones de toneladas secas de aire de pulpa de celulosa kraft blanqueada de eucalipto. La noticia cayó como una bomba en la Asamblea Ambiental de Gualeguaychú. José Pouler, uno de sus integrantes, advirtió: “Es una pastera más grande que las instaladas, va a ser catastrófico.”
El subsecretario del MVOTMA, Jorge Patrone, le dijo ayer al diario El Observador de Montevideo que la construcción no puede extenderse más allá de los 48 meses, una vez que se inicie. El plan original de la compañía es invertir unos 2 mil millones de dólares y terminar la obra en 2012. Los ejecutivos todavía no estipularon una fecha para que arranquen las obras. Patrone agregó que su ministerio realizará “un plan de monitoreo sobre la situación preoperativa del lugar para saber qué es lo que ocurre con el río y tener al menos un año de medidas, de líneas base, previo a la operación”.
El primer anuncio oficial del inicio de obras coincidió, por azar, o no tanto, con una de las reuniones entre Cristina Fernández y José Mujica. Fue a mediados del año pasado cuando los presidentes, en la estancia de Anchorena, en Colonia, empezaron a destrabar el largo conflicto que generó la planta de UPM (ex Botnia). Se la publicitó como “la más grande del mundo”.
Esta segunda pastera es la misma, pero con casi el triple de capacidad, que originalmente iba a construir la firma ENCE en Fray Bentos. Ahora será levantada por una empresa sueco-finesa y otra compañía chilena. Los trabajos de nivelación de terreno están terminados. Donde antes había sólo médanos, ahora hay dos portales con barreras y guardias. Hay callecitas con luminarias y casillas con computadoras. Está todo listo.
La noticia de la autorización final no alteró hasta ahora a los funcionarios argentinos, que no hicieron ningún tipo de comentario sobre el proyecto. Saben que si se desatara un conflicto ambiental tendría características muy distintas al de Gualeguaychú. El tratado del Río de la Plata y el del Río Uruguay son diferentes: el del Río de la Plata no tiene capítulo ambiental. Por eso, se estima que Uruguay no necesitaría la aprobación de la Casa Rosada para confirmar el proyecto. El canciller uruguayo, Luis Almagro, subrayó meses atrás: “No existen obligaciones en el contexto internacional.”
La otra gran diferencia con el caso de Botnia en Fray Bentos es que el Río de la Plata, donde se volcarían los efluentes industriales, tiene otro cauce, otra profundidad, sustancialmente mayor a la del Río Uruguay.
En el pequeño pueblo de Conchillas, que recibirá a la pastera, la fenomenal inversión económica de chilenos y suecos no pasa desapercibida. Nada se dice sobre si la chilena Arauco en 2007 tuvo que cerrar una de sus plantas tras derramar 50 mil litros de químicos en el río Mataquito. Ni acerca de que Stora Enso tuvo problemas en Brasil y debió pagar 100 millones de dólares de multa por la tala ilegal de bosques tropicales.
En Buenos Aires, tampoco pasa inadvertida la firma chilena. Arauco también está instalada en la Argentina: maneja Alto Paraná, la pastera menos vieja del país, en Puerto Esperanza, Misiones. Y estudian poner otra de sus papeleras en la provincia de Corrientes.

........gracias Cristina.

Ah, me olvidaba aun sigue sin reglamentación la ley de preservación de los glaciares.

Nuevamente, gracias Cristina.